Aunque puedan parecer pozos corrientes, estas estructuras desempeñaron un papel importante en la vida de la gente en el siglo XVIII, permitiéndoles disfrutar del lujo del hielo incluso en los meses más calurosos del año.
Hoy, estas neveras no sólo se consideran un patrimonio cultural, sino también un fascinante ejemplo de arquitectura popular. En este artículo exploraremos la historia de las fábricas de hielo en Aragón, el concepto de nevera y cómo la nevera de Culroya se convirtió en un interesante ejemplo de arquitectura popular.
Así pues, vamos a sumergirnos en el mundo de las neveras y a descubrir las curiosidades de la nevera de Culroya y el Calvario.
¿Qué es un Nevero?
Almacenar hielo durante el verano era una práctica común en el pasado. Para ello, la gente utilizaba pozos artificiales conocidos como neveros. Aragón contaba con una red de 500 de estos pozos, que permitían a sus habitantes consumir hielo incluso en los días más calurosos.
Esta red es una parte notable de la historia de la producción y almacenamiento de hielo en la región.
El nevero de Culroya es un impresionante ejemplo de arquitectura tradicional y valor histórico. Este pozo se caracteriza por su cúpula cónica de piedra, su cámara subterránea de 10 metros de diámetro y su escalera y puerta.
El nevero de Culroya es un notable recordatorio del esfuerzo y el ingenio que se empleaban para conservar el hielo durante los meses de verano.
La Nevera del Calvario
La estructura del Calvario en Fuendetodos es un notable espécimen de arquitectura popular en Aragón. Este edificio cilíndrico, construido con piedra local, es un embalse artificial utilizado para recoger y almacenar agua helada.
Es uno de los muchos construidos en la zona, pero su diseño y su historia lo hacen especialmente digno de mención. La cámara subterránea mide 5 metros de diámetro y está conectada a una sala en la superficie.
El acceso a la cavidad subterránea se realiza a través de una estrecha escalera y una puerta de madera sella la entrada.
Construida durante el siglo XVIII y en uso hasta principios del siglo XX, la estructura del Calvario era indispensable para los habitantes de Fuendetodos. Su contenido congelado servía para muchas cosas, como conservar los alimentos y crear bebidas frescas durante el verano.
Hoy, la estructura es una reliquia cultural y una popular atracción turística. Los visitantes pueden explorar la cavidad y conocer la historia del almacenamiento en frío en Aragón.
Este edificio es un símbolo de la creatividad y el ingenio de sus constructores y un recordatorio de la importancia de preservar nuestro patrimonio.
La Nevera de Culroya: Un Interesante Ejemplo de Arquitectura Popular
La notable cúpula cónica de piedra de Culroya es un brillante ejemplo de arquitectura popular. Este artefacto histórico se utilizó para almacenar agua congelada durante el siglo XVIII.
Su pozo subterráneo de 10 metros de diámetro, con una escalera y una puerta, permitía que su contenido se mantuviera en perfectas condiciones. La construcción de esta estructura es un testimonio de la habilidad y el ingenio de quienes la fabricaron.
Su diseño único y su utilidad la convierten en un tesoro de la cultura aragonesa.
En toda la región se utilizaba una extensa red de 500 pozos y neveros para almacenar agua helada durante los meses de verano.
La nevera de Culroya era una de las más integrales, suministrando hielo a las ciudades y pueblos cercanos.
Sirve como recordatorio de lo esencial que era el agua congelada en el pasado, así como de cómo la gente encontró ingeniosamente formas de conservarla.
La nevera de Culroya ha sido considerada Patrimonio Cultural por su construcción y finalidad. Es un excelente ejemplo de cómo la gente podía adaptarse a su entorno e inventar soluciones ingeniosas a sus retos.
Este notable artefacto recuerda el ingenio de quienes la construyeron y es una parte importante de la historia aragonesa.
Visitar la nevera de Culroya es una emocionante oportunidad para explorar su intrincada arquitectura. Su cúpula cónica de piedra y su pozo subterráneo son notables obras de ingeniería, que ejemplifican el ingenio y la habilidad de sus creadores.
Es una valiosa pieza de la cultura aragonesa, que sirve como recordatorio de cómo las personas se adaptaron a su entorno y encontraron soluciones creativas a sus problemas.
Un viaje a la nevera de Culroya es una forma excelente de aprender más sobre la historia y la cultura aragonesas.
Neveras de Aragón
En conclusión, las neveras de Aragón son un ejemplo fascinante del ingenio y la inventiva de nuestros antepasados. Estos pozos artificiales no sólo permitían a la gente disfrutar del hielo durante los meses de verano, sino que también representan una parte importante de nuestro patrimonio cultural.
Gracias a los esfuerzos de organizaciones y particulares, como la declaración de las neveras de Moyuela, Azuara, Culroya y Lécera como Patrimonio Cultural, las neveras han obtenido el reconocimiento que merecen. Debemos seguir valorando y conservando estas estructuras únicas para que las generaciones futuras puedan conocerlas y apreciarlas.