Francisco de Goya es, probablemente, el artista más famoso de la España del siglo XVIII. Nacido en Fuendetodos en 1746, comenzó su andadura como aprendiz a los 14 años y se trasladó a Madrid en 1764 con grandes aspiraciones. Varios años en Madrid y un año en Italia le dieron la oportunidad de conocer a grandes artistas que influirían en su futura carrera.
Como ya sabemos, el estilo de Goya es muy variado y sufrió una importante evolución a lo largo de su trayectoria artística. Los primeros encargos del artista fueron pinturas decorativas para algunas iglesias de Madrid y Zaragoza y, más adelante, en la década de 1780, comenzó a realizar cartones para tapices para decorar las estancias reales. Fue a finales de esta década cuando el rey Carlos IV le nombró pintor de la corte, marcando el periodo más estable en la vida de Goya. En esta época fue también cuando el aragonés comenzó a trabajar en sus famosos grabados.
En 1792, Goya quedó profundamente sordo. Esto marcó el inicio del periodo oscuro del artista, que culminó con la ocupación francesa de España entre 1808 y 1814, cuando Goya nos presentó algunas de sus obras más extrañas, inquietantes y fantásticas. Pasó sus últimos cuatro años en Francia, donde desarrolló interesantes litografías.
A lo largo de todos estos años, el estilo del artista fue variando, debido a su trayectoria personal y a la influencia de diferentes pintores. En este artículo, desde el Ayuntamiento de Fuendetodos os contamos cuáles fueron algunos de los principales referentes del gran Francisco de Goya.
Francisco de Goya: Referencias, influencias y estilo artístico
Mientras que la mayoría de los artistas toman elementos de sus contemporáneos, Goya creó su propio estilo, destacando por la expresión de las emociones a través del arte de una forma personal y, a menudo, descarnada.
No obstante, pese a su independencia estilística, Goya tuvo como referentes a varias personalidades del mundo del arte. Durante su juventud, recibió la influencia de Francisco Bayeu, que trabajaba para el rey cuando Goya llegó a Madrid. También se inspiró en las grandes obras de Giovanni Battista Tiepolo, Rembrandt, Raphael Mengs y Velázquez.
Francisco Bayeu
El zaragozano Francisco Bayeu y Subías (1734-1795) fue una de las principales figuras artísticas del siglo XVIII gracias a su abundante y variada obra. Fue uno de los primeros mecenas del joven Goya, introduciéndolo en la corte. Además, Goya se convirtió en su familia política cuando se casó con su hermana, Josefa Bayeu, en 1773.
Bayeu pintó escenas alegóricas para el Palacio Real de Madrid, el Palacio de Aranjuez, el Palacio del Pardo y La Granja de San Ildefonso, así como en varias iglesias como la Basílica del Pilar de Zaragoza, la Colegiata de San Ildefonso, el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, o el Claustro de la Catedral de Toledo.
Giovanni Battista Tiepolo
Giovanni Battista Tiepolo (1696-1770) fue uno de los más importantes pintores italianos del siglo XVIII, un excepcional dibujante y un consumado grabador. Se le considera el último representante del estilo barroco.
Creó grandes y dramáticos frescos que combinaban fuerza emocional, colores vivos y luz naturalista. Sus cuadros representan emociones sutiles con gran sensibilidad, siendo en gran medida de temática religiosa.
En cuanto a sus grabados, se le conocen 33 imágenes grabadas con la técnica del aguafuerte.
Rembrandt
Rembrandt (1606-1669) fue un pintor de la escuela holandesa del siglo XVII y una de las grandes figuras del barroco. Pintor y grabador de reputación solitaria e independiente, pintó a sus coetáneos sin barnizar, haciéndose famoso por su tratamiento de la luz, conocido como claroscuro.
El artista neerlandés contribuyó a renovar la imagen de Cristo, haciéndola más humilde y humana, así como el género del autorretrato y el retrato de grupo. También llevó a cabo gran cantidad de grabados (algunos estudios le estiman en torno a 300), en los que utilizaba principalmente las técnicas de punta seca y aguafuerte, aunque también dominaba la técnica del buril.
Raphael Mengs
En el siglo XVIII, Anton Raphael Mengs (1728-1779) fue considerado uno de los más grandes pintores de Europa. Vinculado a Winckelmann, que abogaba por la “manera sencilla y noble de la bella antigüedad”, encarnó la reacción neoclásica, la vuelta a la pureza de la estatuaria griega y al dibujo de Rafael. Así, pertenecía a la tendencia de los que veían el rococó como algo decadente y corrupto.
Mengs, que también era escritor, desarrolló sus concepciones artísticas en varios textos que fueron recogidos por José Nicolás de Azara, conocido como el Caballero de Azara, embajador español en Roma. Estos textos permiten comprender la ambición de los neoclásicos, para quienes, según Mengs, “la belleza es la perfección hecha agradable a la razón por la inteligencia”. Los términos que más utiliza Mengs para caracterizar la belleza son armonía, sencillez, orden y simetría.
El artista también participó en la carrera de Francisco de Goya, ya que fue quien le pidió que acudiera a Madrid para trabajar como pintor de cartones para tapices.
Velázquez
Diego Velázquez (1599-1660), el pintor español más famoso del siglo XVII, es también uno de los principales exponentes del barroco europeo y autor de una obra capital en la historia del arte: Las meninas, comentada y analizada durante siglos.
Adulado por su capacidad para captar la luz natural y la psicología de sus modelos, este gran pintor español rompió con la tradición italiana al rechazar el idealismo. Retratista excepcional, tanto del rey como de su corte, tanto de los poderosos como de los indigentes, Velázquez llevó el realismo español a su máxima expresión, fuertemente influenciado por la herencia flamenca.